Ahora, acercando al fin de este proyecto, ha llegado la hora de desentrañar los misterios de Misterios.
A pesar de la nomenclatura enigmática, las colonias alrededor de la estación son tan típicas como otras – no sé qué significa eso – por supuesto con sus propias rarezas y excentricidades.
Todo es lo qué es y será lo qué tú lo haces, percepción individual siendo uno de los misterios más grandes.
Así, con mi serie de sentidos percibo esto y eso. Considero que este merece una foto y eso no.
Si tú estuvieras aqui harías todo diferentemente y eso es magnífico.
Actualmente, en una etapa de la visita echo la mano a un taxista amable, un ’empujito chiquitio’ (como él dice), toda esa energía encerrada de las quesadillas de maiz azul (repetición) encuentre una salida.
Sigo en el camino.
Así que, cuales son los misterios de este lugar?
Pues, la bolsa dormida abandonada de yeso por ejemplo.
La ‘Iglesia de Dios’ (Israelita)
Rumias y oscilaciones pensivas soñolientas de un caballero tomando una siesta.
Cosas que nunca sabré y está bien.
Vive México.
Eso es algo que puedo entender.
Now, getting on towards the completion of this project, the time has come to unravel the mysteries of Misterios.
Despite the enigmatic nomenclature, the neighbourhoods around the station are as typical as others – whatever that means- of course with their independent oddities and eccentricities.
It’s all what it is and will be what you make of it, individual perception being one of the greatest mysteries of all.
So, with my suite of senses I perceive this and that. Deem this worthy of photographic capture and not that.
If you were there you’d do it all differently and isn’t that a godsend.
Actually, at one stage of the visit I lend a hand to a gracious cabbie for a push start, all that pent-up blue corn tortilla quesadilla (repeat) energy finds an outlet.
I keep advancing.
So, what are the mysteries of this place?
Well, the bag of dormant, abandoned plaster for one.
The ‘Iglesia de Dios’ (Isrealita) – ‘Church of God’ (Little Israeli Girl?).
Ruminations and slumberous pensive oscillations of an afternoon doze-taker.
Things I will never know and that’s ok.
Vive México.
That’s something I can understand.
Yo creo que el costal de yeso está lleno de cascajo (gravel?), cachos de ladrillo o cemento que el camion de la basura no se quiere llevar. A veces hay que pagarles extra para que se lo lleven y entonces la gente mejor lo deja en la calle. :s
¡Me encanta la última foto! Soy fan de gatitos negros.
¡Te mando abrazo!
😀
Desde mi percepción, el misterio de esta estación llamada Misterios” es sin duda el Gato Negro en ese muro y es que realmente encontrarse por la noche a un gato negro y que su mirada se fije con la tuya, es de miedo.
Y que decir de los bananos, hay vendedores por la ciudad, aunque no muchos como hace años atrás, las costumbres de alguna manera van desapareciendo. Los vendedores de bananos y cámotes, diseñarón un carrito de metal móvible, con una parrilla integrada, ahí colocan los bananos y cámotes, el fuego los hornea, después de un tiempo razonable estan listos y se pueden disfrutan con una deliciosa leche azúcarada llamada néstle, en estas tardes de lluvia, ellos salen a vender y se anuncian con un slbato integrado al carrito, el sonido que emite es realmente estridente y peculiar., pero vale la pena disfrutar estos deliciosos bananos y cámotes que ofrece esta Ciudad de México.