As I previously mentioned , line 12 intersects with 4 other lines. For this visit I joined line 12 at Ermita, a station at the southern end of line 2. As I’ve also said before some of the stations are huge, the long walk to change lines at Pantitlan is especially arduous. However, I have an inkling that the trek from line 2 to line 12 is even longer. The travelators may save a minute or two but it is still quite the hike.
I conquered the station traversal and finally boarded a line 12 train and headed off in a south-easterly direction and randomly decided to make Calle 11 station my destination. At the time I mistakenly believed that the station shared its name with a Puerto Rican band. Later I was made aware that their name is actually Calle 13 but as I rode the line and then took my first steps outside the station their song ‘Latinoamérica’ ran through my mind. Not namesakes, I think the song is worth sharing anyway, what’s a couple of digits between friends? You may well already know the song – almost 23 million youtube hits! Lyrics translated to English here.
Like much of the project what made this visit memorable were the people I encountered.
First up was Juan, an amiable rug and furniture vendor from Michoacan, currently Mexico’s most troubled state. Juan assured me that, in his village, everything is ‘tranquilo’ and regaled me with stories of his fishing exploits, clearly his passion. After spending half the month in the big city selling on the roadside, Juan returns to his native state to fish, fish and eat fish. It was obvious where he prefers to be.
We shook hands and I moved on; past taco stands, tortillas baking in the afternoon sun and dog paws imprinted in the concrete sidewalk. They reminded me of the garbage collectors I met around Tezozomoc station who taught me the ‘pata de perro’ (Dog paw) idiom.
Further on a series of double entendre paintings caught my eye. I had come across a palatería (ice cream shop) and buying one (strawberry) was a perfect pretext for seeking permission to take a few photos and to engage in banter with the elderly attendant. I was informed that the paintings were by the owner of the shop. After a few minutes of chatter I was set to keep on my way. The friendly chap, originally from Zacatecas but a Mexico City resident of some 50 years, asked me of my origin just as I was set to depart. ‘Australia’ I replied and the gent used this as a cue to begin an extended monologue on world geography. Topography, land areas of countries to the exact square kilometre, use and misuse of land and resources and Mexico and the world’s current predicament were all presented and analysed. Luckily I am a fan of this kind of impromptu didactic discourse. 10 minutes later, wiser and with a complimentary double scoop cup of ice cream in hand, I left.
On the other side of the station, I enjoyed some primary school art including a drink pyramid of sorts, which recommends water as the beverage to be most frequently consumed. Soft drinks, as they should be, are at the opposite end of the spectrum. Late last year a 1 peso (8c) per litre tax was introduced on these drinks in a bid to combat rising levels of obesity and diabetes in Mexico. Will it be effective in itself or is more of this kind of education required to change behaviours? I suspect the latter.
Finally, a nice little poem from Pablo Neruda, also found amongst the primary school art:
“I am going to do to you what the springtime does to the peach flower…. I am going to make you blossom!”
Como he dicho previamente, la linea 12 cruza con otra 4 lineas. Para esta visita subi a la linea 12 en Ermita , una estación hacia el fin sureño de la linea 2. Como también he dicho anteriormente, algunas de las estaciones son enormes, la caminata para transbordar en Pantitlan es especialmente ardua. Sin embargo, tengo una corazonada que la expedición desde la linea 2 a la linea 12 es aún más larga. Puede que los pasillos rodantes te ahorran un par de minutos pero igual es una buena caminata.
Conquisté la travesía de la estación y por fin me subi a un tren de la linea 12 y me dirigí en una dirección hacia el sureste. Aleatoriamente decidí que la estación Calle 11 sería mi destino. Erróneamente creí que la estación comparte su nombre con una banda de Puerto rico. Después me informó que su nombre actualmente es Calle 13 pero mientras viajaba en la linea y cuando tomé mis primeros pasos afuera de la estación escuché su canción ‘Latinoamérica’ en mi mente. Aunque no son tocayos, creo que igual vale compartir la canción, qué son un par de números entre amigos? Probablemente ya conoces la canción – casi 23 millones de vistas en youtube!
Como en una gran parte de este proyecto, lo qué hizo la visita memorable fue la gente que conocí.
Primero fue Juan, un vendedor amigable de alfombras y muebles proveniente de Michoacan, actualmente el estado más problemático de México. Juan me aseguró que , en su pueblo, todo está tranquilo y me entretuvo con sus hazañas de la pesca, claramente su pasión. Después de pasar la mitad del mes vendiendo en la calle, Juan vuelve a su estado nativo para pescar, pescar y comer pescado. Fue obvio dónde prefiere estar.
Nos despedimos con las manos y seguí caminando; pasando puestos de tacos, tortillas horneando en el sol de la tarde y patas de perros marcadas en el concreto. Me hicieron recordar de los recolectores de basura que conocí alrededor de la estación Tezozomoc, los que me enseñaron el modismo ‘pata de perro’.
Luego una serié de pinturas de doble sentido me llamó la atención. Había llegado a una palatería y comprando una (de fresa) fue el pretexto perfecto para pedir permiso de sacar unas fotos y charlar con el señor grande, el encargado de la tienda. Me informó que las pinturas fueron hechas por el dueño de la tienda. Después de unos minutos de cháchara estaba listo para continuar mis exploraciones. El tipo amigable, originalmente de Zacatecas pero residente en el Distrito Federal desde hace 50 años, me preguntó de dónde soy. “Australia’ le respondí y el señor lo tomó como señal para empezar un monólogo extendido sobre la geografía del mundo. Los temas de topografía, superficies de tierra de los países del mundo al kilometro cuadrado exacto, uso y abuso de tierra y recursos y la situación actual de México y el mundo fueron presentados y analizados. Afortunadamente me gusta este tipo de discurso didáctico y improvisado. 10 minutos después, más sabio y con una copa de dos bolas de helado de cortesía en la mano, me fui.
Por el otro lado de la estación, disfruté de la arte de una escuela primaria que incluye un tipo de pirámide de bebidas. Se recomienda que se consume el agua con más frecuencia. Los refrescos, como deberían ser, están al fin opuesto del espectro. Al fin del año pasado se introdujo un impuesto de 1 peso por litro a los refrescos en un intento a combatir los niveles crecientes de obesidad y diabetes en México. ¿Será efectivo o también se necesita más educación para cambiar el comportamiento? Sospecho el segundo.
Para terminar una poema cortita y linda de Pablo Neruda, también encontrada entre la arte de la primaria:
“Voy a hacer contigo lo que la primavera hace con la flor de durazno…voy a hacerte florecer!
So lovely! Boy, I’m glad you’re back at it!
Thanks Angeline, I’m enjoying being back!
Esa fue mi escuela en la adolescencia , que recuerdos! Sabes la Estación Calle 11, es una av. que abarca 2 extremos muy grandes una que conecta al Cerro de la Estrella , también se concentran grandes fabricas como MATEL, S..A (juguetes) LALA, S..A o ALPURA, S.A., ACEITES para consumo, por cierto hace unos años hubo una gran perdida, se quemo esta fabrica, ahora no se si exista más, en fin muchas empresas. Y por el otro lado, cruzando la Av. Tláhuac, en la calle Aujas, se encuentra la ESTACION MIGRATORIA, dependiente de la Secretaria de Gobernación. Así mismo una de las tiendas más grandes japonesas , en el giro de la fabricación e importación de pisos de lózetas y demás, ” EL SURTIDOR”.